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Cuando se trata de perder peso, aquello que se bebe puede llegar a resultar más importante que lo que se come,según los investigadores del Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.
Estos científicos examinaron en personas adultas la relación que había entre el consumo de bebida y los cambios en el peso y se encontró que la pérdida de peso estaba asociada con una reducción en la ingestión de calorías líquidas y que,además, éstas tenían un impacto mayor en el peso que las que proceden de alimentos sólidos.
DOS VASOS DE REFRESCO AZUCARADO, POR EJEMPLO COLA O GASEOSA, APORTAN UNAS 300 CALORIAS, MIENTRAS QUE 100 grs de merluza aportan 71 calorías 100 grs pechuga de pollo aportan 108 calorías 100 grs de tomate crudo aportan 16 calorías
La reducción de ingesta de calorías líquida tuvo gran afección en la pérdida de peso durante los siguientes seis meses", explicó el autor del estudio y profesor del centro investigador, Benjamín Caballero."Una reducción en la ingesta de calorías líquidas se asoció a una pérdida de peso de 0,25 kg a los seis meses y de 0,24 Kg a los 18 meses. En bebidas azucaradas,se observó que una reducción de una consumición supuso una pérdida de peso de medio kg a los seis meses y de 0,7 kg a los 18 meses. De siete tipos de bebidas examinadas, fueron las azucaradas las únicas asociadas de manera significa a alteraciones en el peso".Los investigadores realizaron el estudio con 810 adultos de edades comprendidas entre 25 y 79 años,y fue publicado en el número del 1 de abril del "American Journal of Clinical Nutrition".
Dividieron las bebidas en varias categorías, basándose en su contenido calórico y en su composición nutricional:
azucaradas
dietéticas
leche
zumo natural
café y té con azúcar
café y té sin azúcar
bebidas alcohólicas
Encontraron que un 37 % de las bebidas azucaradas destacaban como fuente de calorías líquidas.
Estos expertos afirman que el consumo de calorías líquidas procedentes de las bebidas se ha incrementado de forma paralela a la epidemia de obesidad.
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