Para mantener los dientes limpios, es preciso usar el cepillo de dientes al menos dos veces al día.

Es necesario adquirir el hábito de cepillarse los dientes desde la infancia.
El método adecuado para cepillarse los dientes:
Lo adecuado es cepillarse los dientes tras cada comida, así como por la noche, antes de acostarse, ya que, mientras se duerme, se produce menos saliva, y ello hace que los dientes sean más vulnerables frente a las bacterias que causan las caries y el sarro dental, principalmente. Para cepillarse los dientes de forma correcta, hay que mover el cepillo dental de forma suave y con movimientos cortos, prestando especial atención a las zonas de difícil acceso, así como a aquellas partes en las que hay empastes o fundas (también llamadas "coronas")
Se empieza limpiando con movimientos verticales los incisivos y caninos, inclinando el cepillo de dientes hacia la encía con un ángulo de 45º, desde la encía hasta el final del diente, presionando solamente de un modo ligero.
Tras ello, e igualmente cepillando en dirección vertical, se han de limpiar las caras internas de incisivos y caninos.
Se prosigue el cepillado limpiando los premolares o molares, tanto la cara interna, como la externa, y la superficie de masticación. Las caras externa e interna se frotan verticalmente, mientras que la superficie se hace mediante un movimiento circular.
Para eliminar posibles restos de comida de las zonas dónde no llega el cepillo dental, es adecuado emplear la seda dental. Se introduce tensado en el espacio entre dos dientes, y se nueve la seda hacia abajo y hacia arriba, con delicadeza, para no daár la encía.
No hay que olvidarse de la lengua, pues en ella se acumulan numerosas bacterias. Para limpiarla se puede pasar por su superficie de forma suave el cepillo dental
Finalmente, para mejorar el proceso de limpieza dental, un enjuague bucal con elixir es lo más recomendable.
Es conveniente realizar una limpieza bucal en la consulta del dentista, de forma anual, para mantener la salud bucodental
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